Un ataque de ansiedad o pánico puede generar malestar intenso, manifestándose con síntomas como taquicardias, sensación de falta de aire, sudoración o mareos. De hecho, se trata de un episodio de miedo intenso y angustia que se produce de forma repentina y sin una causa aparente.
Tener ansiedad de manera puntual es completamente normal, pues se trata de una emoción necesaria y adaptativa, que actúa como mecanismo para mantenernos en alerta y nos hace reaccionar ante una situación de amenaza por un peligro externo o interno.
Este mecanismo se convierte en patológico cuando los síntomas de la ansiedad se producen de manera frecuente y desproporcionada, sin que exista un motivo o una ‘amenaza real’, pudiendo incluso aparecer cuando imaginamos que algo malo va a suceder.
Desde el equipo Hernández Psicólogos online, psicólogos terapia online, te contamos qué hacer cuando alguien tiene un ataque de ansiedad.
Qué hacer cuando alguien tiene un ataque de ansiedad
Apoyar a alguien que está atravesando una crisis de ansiedad puede ser todo un reto, especialmente si no has experimentado esta sintomatología en tu propia piel. Sin embargo, con algunos consejos, podemos ayudar a que la crisis sea más breve y aliviar parte de su sufrimiento.
Aquí tienes algunas recomendaciones:
- Mantén la calma. Es fundamental mantener la serenidad. Respira profundamente y recuerda que estás ahí para apoyar.
- Escucha activamente. Permítele a la persona expresar sus sentimientos y preocupaciones. No interrumpas y muestra empatía.
- Anima a la persona a respirar lentamente. Ayúdala a concentrarse en respirar de manera pausada. Inhalar por la nariz y exhalar por la boca. Respirar en una bolsa de papel puede ayudar. O, incluso, poner en práctica alguna técnica de relajación.
- Ofrece un entorno tranquilo. Busca un lugar tranquilo y sin distracciones. Evita multitudes o ruidos fuertes.
- Habla con suavidad y con palabras tranquilizadoras. Usa un tono calmado y palabras reconfortantes. Evita frases como “deberías calmarte”.
- Ayuda a focalizar la atención. Pídele que describa lo que ve a su alrededor o que cuente objetos de un color específico. Esto puede ayudar a desviar la atención de los síntomas.
- No fuerces la situación. Si la persona no quiere hablar o recibir ayuda, respeta su decisión. A veces, es suficiente con tan solo estar presente.
- Considera buscar ayuda profesional. Si la crisis persiste o es recurrente, sugiere que consulte a un profesional de la salud mental.
Los ataques de pánico pueden ocurrir de manera aislada, pero lo más común es que se deriven de un estado de ansiedad. Por este motivo, es importante hablar con la persona para ayudarle a comprender el porqué del ataque.
Si estos ataques de ansiedad se repiten con frecuencia, es necesario consultar con un psicólogo especialista en ansiedad.
La clave del diagnóstico tiene que ver con la aparición repentina de síntomas de ansiedad muy intensos como la opresión torácica, náuseas, temblores, sensación de ahogo, mareos, entumecimiento de los miembros, miedo a morir o a “volverse loco”, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos.